Allí si que hace falta jama!

Me encanta la comida cubana, a pesar de haber nacido en esa hermosa isla caribeña de donde provienen tan exquisitos platillos, irónicamente y por razones obvias, no fue hasta después de haber abandonado la isla cuando pude conocer la verdadera comida típica de mi tierra.

Anteriormente a mí llegada a “la yuma”, para mí el conocido Sándwich cubano, no era más que un poco de azúcar cruda dentro de un minúsculo pan. Aun así, pedía a Dios que nos diera el nuestro de cada día, pero sobre todo, que me librara del mal, (esto último olvidé pedirlo en plural), por lo que me liberó a mí... mas no al resto de mis paisanos. Ahora pido más por ellos que por mí, sé que pronto veré su recompensa.

Volviendo al tema nutritivo: Hoy miro el menú de los diferentes sitios de comida cubana y me encuentro con platos típicos de nuestro país que jamás había visto.
(Que les parece el suculento sándwich conocido como “media noche”?)...este me encanta!... pero en Cuba, para mí, esto no era más que una hora después de las 11 pasado meridiano,la hora exacta que marcaba la llegada de un nuevo día, el cual vendría con un poco más de lo mismo. El pancito, la azúcar y el milordo. También recuerdo las famosas croquetas explosivas que vendían en casi todos los barrios de la Habana, nunca supe exactamente los ingredientes que conformaban dicha masa, de lo que si estoy seguro es que alguna pizca del conocido explosivo C4 habría de tener…. Aquello con solo sentir el calor de la sartén, hacia disparar las croquetas hacia el techo de una forma impresionante, tengo una tía que aun conserva marcas de quemaduras en su rostro,producto de la intervención ante su paso.

Volviendo a “la yuma” (que por cierto, me cuadra más que el lado de allá) anoche me comí un humeante plato de carne desmechada conocido como “Ropa Vieja”,en Cuba, esto no es el exquisito platillo que degustamos los cubanos fuera de la isla, es simplemente el atuendo que viste la gran mayoría del pueblo que no tienen familiares en el extranjero que los ayuden a subsistir económicamente. Con el simbólico salario que cobran mis paisanos después de un mes de trabajo, apenas les alcanza para comprar lo básico para 3 días, mucho menos carne de res, siendo esta más respetada que en la India, todos saben las consecuencias que involucra el consumo no autorizado del oro rojo cubano.

Para terminar con esta historia y comparación culinaria, debo agradecer a Dios todos los días de mi vida por regalarme la dicha de vivir en un país libre, donde puedo decir, hacer y comer lo que me de la gana. Le pido que haga lo mismo con mi Cuba, que los reclamos de Pánfilo pidiendo jama sean escuchados, que mi gente goce de libertad, y que pronto seamos nuevamente, un pueblo unido.